Editorial de Julio 2011

El calor aprieta, los que podemos nos vamos escapando a las playas o a las piscinas, el mes próximo parece que vamos a seguir con la misma tónica.

 No quisiera que perdiéramos de vista que la principal motivación de este blog era llamar la atención de los aficionados a las señoras para crear una página, que, si existe será la “Tetilandia”  de las antiguas leyendas (Vale, no hay ninguna leyenda y me lo acabo de inventar, pero sonaba muy bien.  Además, ¿Quién dice que no será una página tan estupenda que se convertirá en una leyenda en Internet?)

 Dejemos pues de lado el tema de si hay más o menos comentarios, del camino de las baldosas amarillas (aunque creo que seria un buen método para compartir material entre la gente “del pueblo” –tetolandesos- y distinguirlos de los forasteros), y centrémonos en lo que nos motiva: La ciudad santa de las Santas gemelitas.

 Hay una entrada llamada “Banderín de enganche” Es la primera del listado de entradas, es ahí donde debéis apuntaros los que “queráis” colaborar en la creación de la página. Y hago constar que para mí, es mucho más importante que haya una voluntad, un deseo de ayudar que unos conocimientos o un material que aportar. Los conocimientos se adquieren, y hasta el material (en casa, en casa de  los padres, de los abuelos, ese cuñado que coleccionaba pelis, o revistas antiguas, o en la red, ¡¡Anda que no hay cosas interesantes en la red que necesitan ser inventariadas y dadas a conocer!!), pero si no existen ganas de trabajar, de aportar, de entretenerse hablando de mujeres, amigo mío, entonces no hay nada que hacer.

 Por el momento no voy a poner a andar el proyecto hasta que no seamos 12 padres fundadores (Como en la novela de Dan Brown, esta ciudad va a estar construida sobre buenos símbolos).

 Así que ya entramos en la recta final. Los dados giran. La suerte está echada. Tetilandia será una ciudad de leyenda o no será.